El periodo de emergencia sanitaria mundial por la covid-19, derivado de la declaración de pandemia por la Organización Mundial de la Salud, obligó a los gobiernos a adoptar una serie de medidas preventivas para evitar mayores contagios, entre las que se incluyeron el cierre de los espacios escolares y el confinamiento de las personas en sus casas. En México, el cierre de las escuelas de todos los tipos y niveles educativos se dio desde finales del mes de marzo de 2020; a partir de entonces, se desarrolló y ajustó una estrategia para que niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAJ) continuaran aprendiendo en sus hogares. Un Sistema Educativo Nacional conformado por 38 084 032 estudiantes, acompañados por 2 001 426 figuras docentes en 263 856 escuelas o planteles, con una oferta educativa que comprende desde el nivel inicial hasta el tipo superior a lo largo de un extenso territorio con características geográficas, socioeconómicas y culturales muy diversas, revela la complejidad de implementar la estrategia de educación a distancia impulsada por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
La educación a distancia ha significado todo un reto para los integrantes de la comunidad escolar: figuras docentes, directivos, asesores técnicos pedagógicos (ATP), supervisores, estudiantes y familias. Todos ellos han realizado un gran esfuerzo por continuar las actividades escolares en casa, respondiendo a las características de su contexto y adaptando las estrategias sugeridas por diferentes instancias, hasta donde sus posibilidades, condiciones y dinámicas familiares lo permiten. La situación los ha llevado a hacer uso de tecnologías de la información y la comunicación (tic) con fines educativos, así como a buscar vías alternas de comunicación para dar continuidad a las actividades escolares.
En el caso de las poblaciones, familias y personas pertenecientes a grupos que históricamente han sido vulnerados en sus derechos fundamentales, el reto ha sido mayor, ya que esta pandemia no sólo ha hecho más evidentes las desigualdades en materia educativa, sino que también las ha profundizado. La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) de 2019 da cuenta de la brecha digital asociada a profundas desigualdades socioeconómicas que afectan la calidad de vida de casi la mitad de los hogares en nuestro país.
La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), sensible ante la complejidad de los problemas a los que se ha hecho frente durante la contingencia sanitaria, suma sus esfuerzos a los realizados por las autoridades educativas y de salud, así como de todos y cada uno de los actores educativos, en la búsqueda de garantizar la seguridad, el bienestar y el derecho a la educación de todas y todos los NNAJ en nuestro país.
En este marco, de acuerdo con los artículos 3º , fracción IX, inciso f), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y 28, fracción VI, de la Ley Reglamentaria del Artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de Mejora Continua de la Educación, Mejoredu propone una serie de sugerencias para el regreso a las escuelas en educación primaria, dirigidas fundamentalmente a los docentes y directivos escolares, quienes juegan un papel crucial al articular los esfuerzos que realizan las comunidades escolares para favorecer la mejora educativa. La elaboración de las sugerencias consideró las experiencias y reflexiones de integrantes de las comunidades escolares, derivadas del periodo de confinamiento.
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