Características del alumnado con dislexia.
Las investigaciones de los últimos años hablan de dislexia como síndrome que se manifiesta de múltiples formas. La mayoría de las personas disléxicas presentan algún tipo de déficit auditivo/fonológico, viso-espacial o psicomotor.
Siempre se presentarán:
• Dificultades en el lenguaje escrito.
• Serias dificultades en la ortografía.
• Lento aprendizaje de la lectura.
• Dificultades para comprender y escribir segundas lenguas. A menudo, podrán presentarse:
• Dificultades en matemáticas, especialmente en el aprendizaje de símbolos y series de cifras, como las tablas de multiplicación, problemas de memoria a corto plazo y de organización.
Planeación Argumentada Preescolar – Ciclo Escolar 18-19 + Material Navideño (Bimestre III)
• Dificultades para seguir instrucciones y secuencias complejas de tareas.
• Problemas de comprensión de textos escritos.
• Fluctuaciones muy significativas de capacidad.
A veces, en función del tipo de dislexia o de cómo ésta haya afectado al alumno o alumna, pueden presentarse:
• Dificultades en el lenguaje hablado.
• Problemas de percepción de las distancias y del espacio.
• Confusión entre la izquierda y la derecha.
• Problemas con el ritmo y los lenguajes musicales.
Algunas de las siguientes características
La dislexia presenta una sintomatología común, pero no necesariamente acumulada; pueden presentarse, a modo de aproximación,
a) En la lectura:
Confunden letras, cambian sílabas, repiten, suprimen o añaden letras o palabras, inventan al leer, comprenden mal lo que leen, se saltan renglones, carecen de entonación y ritmo, se marean o perciben movimientos en las palabras o en los renglones.
b) En la visión:
Podría parecer que tienen problemas en la visión (e incluso en la audición), pero los exámenes médicos no los suelen confirmar. Puede sorprender notablemente su agudeza visual y capacidad de observación o, por el contrario, les falta percepción profunda y visión periférica; ambos extremos tampoco suelen ser detectados por los exámenes médicos.
c) En la escritura y ortografía:
En las copias o dictados realizan inversiones, omisiones, sustituciones o adiciones en letras o palabras. La escritura varía pudiendo ser ilegible. Tienen dificultad para entender lo que escriben y grandes dificultades para memorizar y automatizar las reglas ortográficas, máxime si no es en su lengua materna. Tienen la letra muy grande o, por el contrario, muy pequeña. Ejercen gran presión con el lápiz, o escriben tan flojo que no se puede leer; borran a menudo y no siempre lo que desean borrar.
d) Coordinación motriz:
A menudo sus etapas de gateo o de caminar son anteriores o posteriores a lo habitual o ni siquiera gatean. Suelen tener dificultades con la coordinación fina y gruesa (atarse los cordones, ir en bicicleta, coordinar distintos movimientos, chutar o botar una pelota, etc.). Su equilibrio también se ve a menudo afectado seriamente; confunden izquierda y derecha, arriba y abajo, delante y detrás; les cuesta mucho representar la figura humana en el momento en que suele ser habitual. Estas dificultades también se manifiestan en los juegos que exigen coordinación, como los de pelota, de relevos y de equipo.
e) Matemáticas y comprensión del tiempo:
Cuentan con los dedos o son fantásticos en el cálculo mental (e incapaces de traspasarlo después al papel), tienen dificultades con las operaciones aritméticas o las colocan mal sobre el papel, les cuesta el entendimiento de los problemas, pueden tener dificultades en la memorización de las tablas de multiplicar, con el manejo del dinero, con el aprendizaje de las horas (especialmente con relojes analógicos), les cuesta controlar el tiempo y saber el momento del día en el que están, los meses o los años (suelen tardar mucho en saber la fecha de su cumpleaños, o el teléfono de sus padres), tienen dificultades en las tareas secuenciales (más de una orden o más de una operación…)
f) Situación en el espacio:
Se pierden con mucha frecuencia si bien, a veces son capaces de recordar lugares por los que han pasado una sola vez
Planeación Argumentada 1° Grado de Primaria – Ciclo Escolar 18-19 (Trimestre II)
Como Actual en el Aula
En primer lugar, debe quedar claro que los alumnos disléxicos pueden tener éxito en sus estudios: lo único que ocurre es que necesitan un tipo de enseñanza diferente. El sistema educativo basado en la lectoescritura no se ajusta a ellos, no es que ellos no sean aptos para el aprendizaje.
Los problemas asociados a la dislexia están presentes en aproximadamente un 10% de la población. Por lo tanto, lo normal será que, al menos un niño de cada grupo sea disléxico. Estas cifras son válidas para todos los países e idiomas. De hecho, los afectados por la dislexia constituyen uno de los grupos de personas con discapacidad simple más grandes. Aunque la dislexia tiene carácter evolutivo, también puede ser causada por traumatismo cerebral o por enfermedad. Su incidencia es claramente superior en el sexo masculino (4 veces más hombres que mujeres) y existe un factor hereditario (que no siempre es conocido por su propio nombre por las familias).
Por lo tanto, el maestro o profesor deberá
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- Ser positivo y constructivo.
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- Aceptar el hecho de que el niño con dificultades específicas de aprendizaje podrá tardar hasta tres veces más en aprender y que se cansará rápidamente.
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- No se debe tildar al alumno de estúpido o de vago, ni ser sarcástico con él. Quizá el problema se base en una gran falta de formación del sistema educativo sobre la dislexia, y no en la estulticia o la capacidad de esfuerzo del chico. Esta actitud, tan frecuente entre muchos profesores no hace más que destruir los objetivos educativos y puede tener un efecto negativo duradero sobre el niño y su rendimiento.
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- Cerciorarse de que el entorno educativo es estructurado, previsible y ordenado: los niños con dificultades dem aprendizaje responden más favorablemente cuando se dan estas condiciones.
Planeación Argumentada 2° Grado de Primaria – Ciclo Escolar 18-19 (Trimestre II)
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- A estos niños no los motivarán los sobornos, amenazas o súplicas para que ‘haga un esfuerzo’. Esto no mejorará sus resultados ya que lo que necesita son explicaciones e instrucciones más claras, más lentas o con más repetición.
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- Elogiar sus capacidades y aprovechar sus puntos fuertes para enseñarle mejor.
- No pensar que la familia lo sobreprotege ni que “son ellos los que están ansiosos con el problema”. Tanto el niño como su familia viven un auténtico infierno hasta que la escuela adapta su metodología, y aún entonces deben colaborar de manera muy superior a las familias sin estas dificultades. En general, un disléxico sin apoyo familiar está abocado al fracaso. La escuela debe colaborar con la familia y contar con ella para la toma de decisiones metodológicas y evaluadoras.
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